El protocolo consiste en aplicar diferentes escenarios en
base al nivel de dióxido de nitrógeno (NO2) que se registra en las estaciones
de medición.
Se usa precisamente el NO2 como indicador ya que las
concentraciones de estas partículas gaseosas causan problemas respiratorios
agudos para la salud humana por su inhalación, sobre todo en personas con asma
y niños que son las más vulnerables, también está relacionado en el proceso de
la lluvia acida.
Existen tres niveles de alerta para poner en funcionamiento
según que escenario:
- El nivel de preaviso se pone en funcionamiento
una vez la medición de NO2 sobrepase los 180 microgramos por metro cubico en
dos estaciones de la misma zona durante dos horas consecutivas.
- El nivel de aviso se activa cuando en dos
estaciones cualesquiera de una misma zona se superan los 200 microgramos por
metro cubico durante dos horas consecutivas.
- Por último, el nivel de alerta se ejecuta cuando
en tres estaciones cualesquiera de una misma zona se superan los 400
microgramos por metro cubico durante 3 horas consecutivas.
En función de estos tres niveles de alerta se pueden generar
los siguientes escenarios:
-
Escenario 1: un día con superación del nivel de
preaviso en el que la velocidad de la circulación se reduce a 70 km/h en la
M-30 y accesos
-
Escenario 2: dos días consecutivos de superación
del nivel de preaviso o un día de superación del nivel de aviso. Se mantienen
las medidas del escenario 1 y se prohíbe el estacionamiento de los vehículos en
las zonas residenciales, salvo aquellos que pertenezcan a dicha zona.
-
Escenario 3: dos días consecutivos de superación
del nivel de aviso, se mantienen las medidas anteriores y se amplía a la
reducción de la circulación de vehículos en las calles del interior de la M-30
a la mitad, circulando los días pares aquellos vehículos cuyo último número de
matrícula termine en par y los días impares los que terminen en número impar. Además
se recomienda la no circulación de taxis libres, excepto ecotaxis y eurotaxis.
-
Escenario 4: tres días consecutivos del nivel de
aviso o un día de nivel de alerta. En este escenario se mantienen todas las
medidas del escenario anterior ampliando el perímetro de prohibición de la
circulación de la M-30
Cabe destacar que en los 4 escenarios se activan medidas informativas dirigidas a la población
sobre los efectos que producen los contaminantes que se encuentran presentes en
los niveles de alerta y recomendaciones para evitar daños en la salud.
En el último mes del año 2016 se activó dos veces el
protocolo de contaminación en la ciudad de Madrid, otras ciudades como
Barcelona o Valencia ya han aprobado o están estudiando tomar medidas y usar
protocolos similares. En Europa ciudades como París, Roma, Milán, Berlín o
Londres por citar algunos ejemplos ya usan protocolos que limitan la
circulación de vehículos e impiden su acceso a los núcleos de las ciudades.
El gran reto para no tener que activar este tipo de
protocolos es el que se tiene que empezar a construir de aquí en adelante,
pensando en otras vías de movilidad, no basta solo con educar a la población
para utilizar el transporte público o asumir que hay vehículos con
características ecológicas que no perjudicarían nuestra atmósfera, se deben dar
soluciones reales, asumir los costes que provocaría facilitar un servicio de
movilidad y transporte público para toda la población, apostar por vehículos limpios
sin combustibles perjudiciales para la atmósfera que respiramos, ampliar las
zonas residenciales dentro de la ciudad, en definitiva no quedarse solo con el
planteamiento de educación social sino poner las medidas ecológicas necesarias
para que acompañen ese pensamiento y que la sociedad pueda continuar
desplazándose por un mundo donde la movilidad está a la orden del día y es tan
necesaria en este momento actual que vivimos.
Carlos Laza